La limpieza dental profesional es un tratamiento que todos deberíamos realizar periódicamente para mantener una salud bucal perfecta. Aunque tengamos unos buenos hábitos de cepillado dental, las bacterias y restos de comida se siguen acumulando en nuestros dientes y encías, creando la placa bacteriana.
Cuando esta placa se calcifica en forma de sarro, la limpieza profunda en una clínica dental es la única manera de eliminarla eficazmente. El sarro provoca patologías que deterioran los dientes y las encías, llamadas caries y periodontitis respectivamente. Por este motivo, los especialistas en encías y prevención de nuestra clínica dental recomiendan realizar un tratamiento de limpieza dental al menos una vez al año. Sin embargo, la periodicidad la determinará el especialista en cada caso, en función del nivel de acumulación de placa bacteriana y las características del paciente.
¿Cuánto dura una limpieza dental?
La duración de la higiene dental dependerá del nivel de sarro o placa acumulada en la boca, pero normalmente el tratamiento se realiza en una sesión de 60 minutos. En esta sesión, aparte de eliminar toda la placa bacteriana, se realiza un plan de prevención al paciente para evitar su acumulación hasta la siguiente higiene. El correcto uso del cepillo eléctrico, los cepillos interproximales y el hilo dental serán básicos para lograrlo.
Cabe destacar la diferencia entre una higiene dental y un mantenimiento de encías. Con la higiene eliminamos la placa bacteriana de la parte visible del diente y hasta dos milímetros de la placa que hay detrás de la encía. Si vemos que hay placa bacteriana más profunda, recomendaremos realizar limpiezas más profundas con anestesia. Previamente habrá que realizar un estudio por parte de nuestra especialista en encías llamado periodontograma, para poder determinar el alcance de dichas bacterias y así poder eliminarlas de forma precisa. Una vez eliminadas las bacterias profundas, el paciente deberá realizar mantenimientos de encías, que se trata de una limpieza de la parte visible del diente y también de la parte de debajo de las encías.
¿Las limpiezas dentales duelen?
La limpieza dental no es un tratamiento doloroso, aunque sí que puede ser molesto para algunos pacientes en las siguientes situaciones:
- Inflamación de las encías: La acumulación de la placa bacteriana detrás de las encías provoca su inflamación. Para eliminar dicha placa y lograr que la encía se desinflame debemos realizar limpiezas más profundas con anestesia, llamadas raspados y alisados radiculares.
- Sensibilidad dental: la hipersensibilidad de los dientes al frío también es una condición que hace que el paciente tenga sensibilidad en el momento de utilizar los instrumentos con agua y aire.
Las molestias que puedan sentir estos pacientes durante y después de la higiene dental son leves, pero la mejor forma de reducirlas es manteniendo una correcta higiene diaria en casa y llegar a la consulta con menos acumulación de placa.
¿Cómo se realiza una limpieza dental profesional?

El tratamiento de higiene dental completo suele dividirse en tres pasos:
- Eliminación del sarro: a través del ultrasonidos y aire ( tecnología AIR FLOW), el especialista desincrusta las placas más grandes y duras de sarro de los dientes. Para acabar de retirar los sedimentos más pequeños, utiliza unos instrumentos manuales llamados curetas. Durante todo este proceso se irriga con agua para ir limpiando la zona y ayudar a la retirada de la placa. Cabe añadir que la tecnología air-flow profilaxis master nos permite eliminar la placa bacteriana blanda a través de aire, logrando tener que hacer menos uso del ultrasonidos y siendo más respetuosos con el esmalte.
- Pulido dental: el especialista (higienista) pule los dientes con un cepillo específico de pulido y una pasta para conseguir un esmalte dental más liso, uniforme y brillante.
- Fluorización dental: El fluoruro ayuda a fortalecer los dientes, algo muy importante cuando el sarro los ha debilitado.
Cuidados después de la limpieza dental
Es normal tener sensibilidad después de una higiene dental, y se verá acentuada en los pacientes que acumulen más sarro. Cuando eliminamos el sarro que hay sobre la superficie del diente, este queda un poco debilitado y puede generar sensibilidad, pero con la aplicación de flúor en la misma sesión de la higiene, y posteriormente en casa en los casos indicados, se remineralizará el esmalte y la sensibilidad desaparecerá.
En los casos en que el sarro haya afectado al hueso que tenemos detrás de la encía, una vez lo eliminamos, la encía baja (se retrae), dejando una parte de la base del diente descubierta y pudiendo generar sensibilidad en esa zona. En estos casos puede estar indicado un injerto de encía para recuperar la encía perdida.
Estas leves molestias irán mejorando gradualmente y desaparecerán en un par de días sin necesidad de tratamiento. Después de este tiempo, es importante seguir cuidando los dientes para mantener los resultados durante el mayor tiempo posible. Así, tras esperar unas 24-48 horas desde el tratamiento, ya puedes volver a utilizar el hilo dental y los cepillos interproximales diariamente y mantener el cepillado tres veces al día.
También puedes utilizar un dentífrico y un cepillo especial para dientes sensibles y evitar comer alimentos o tomar bebidas a temperaturas extremas durante unos días. Cuidado con los alimentos que causan sensibilidad, aquí te dejamos una lista de alimentos a evitar si tienes sensibilidad dental que puede ayudarte a saber más sobre el tema.
Sigue siempre las recomendaciones del especialista para realizar tus higienes cada 6 meses o cada año.