Las personas normalmente generamos entre 1 y 2 litros de saliva a diario. Esta es producida por las glándulas salivales y ayuda a mantener la hidratación de la boca y sus mucosas, es esencial para las funciones de masticación y deglución de los alimentos, y previene varias enfermedades dentales como las caries.
Aunque nuestros hábitos de alimentación, respiración y actividad física pueden hacer variar ligeramente los niveles de producción de saliva, la salivación excesiva puede suponer un problema que requiera tratamiento médico.
¿Qué es la hipersalivación?
La hipersalivación, también conocida como tialismo, sialorrea o babeo crónico, es una patología bucal que consiste en la producción de saliva a niveles anormalmente altos o la incapacidad del paciente para tragar la saliva, fenómenos que repercutirán directamente en su vida diaria.
La hipersalivación se puede clasificar en dos tipos de casos:
- Hipersalivación anterior: es el tipo de sialorrea más visible, ya que produce al paciente una incontinencia de la saliva, que termina desbordándose fuera de la boca.
- Hipersalivación posterior: este tipo de sialorrea consiste en que el flujo de saliva que producen las glándulas salivales se va hacia la faringe. Es el tipo menos visible pero puede provocar problemas de respiración.
Aunque la hipersalivación es una patología bastante habitual, sigue siendo muy desconocida y muchos pacientes acuden a consulta preocupados porque no saben qué les ha llevado a padecerla y si existe alguna forma de frenar sus efectos.
A continuación repasamos los síntomas de la hipersalivación o sialorrea, sus posibles causas y los mejores tratamientos para cada caso.

¿Cuáles son las causas de la hipersalivación?
A grandes rasgos, las causas de sialorrea se pueden englobar en dos grandes grupos:
- Producción excesiva de saliva: esta suele estar causada por el consumo de ciertos medicamentos.
- La imposibilidad de tragar la saliva: aunque la producción de saliva es normal, el paciente no puede mantenerla en la boca o tragarla con normalidad. Suele darse por causas como:
- Enfermedad de Parkinson.
- Parálisis faciales.
- Daño cerebral o secuelas del mismo.
- Enfermedades neurodegenerativas como la Esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
- Colocación de una ortodoncia, prótesis dental o inflamación de las encías.
Por ello, es fundamental acudir periódicamente a la revisión de nuestra ortodoncia o, si se da el caso, de nuestra prótesis dental para poder detectar este tipo de problemas de forma rápida y eficaz.
Fuera de estas causas principales, existen algunos casos en que la hipersalivación se puede dar de forma temporal:
- Los bebés y niños suelen pueden pasar etapas de hipersalivación como consecuencia de la formación de los dientes o la falta de control de los músculos de la mandíbula.
- También es un fenómeno común en las mujeres embarazadas, provocado por los cambios hormonales y las etapas de náuseas y vómitos.
7 Síntomas que te avisan de la hipersalivación
Los signos más comunes en la hipersalivación o sialorrea son los siguientes:
- Babeo continuo
- Halitosis (mal aliento)
- Sequedad y descamación en los labios
- Fatiga muscular en la mandíbula
- Dermatitis en la zona del mentón
- Alteraciones en el sentido del gusto
- Tos y náuseas en los casos de hipersalivación posterior
Tratamientos para la hipersalivación
Ante los síntomas de sialorrea, el paciente deberá acudir a consulta con un especialista en Odontología o Estomatología, quién podrá estimar el grado de hipersalivación que presenta y las causas que han podido provocarla para iniciar el mejor remedio.
Según el origen de la hipersalivación, los tratamientos más comunes son los siguientes:
- Fisioterapia y entrenamiento oral: en los casos leves de pacientes con problemas en el control de los músculos faciales o en los reflejos neuromusculares se establecerán rutinas de ejercicios de fisioterapia facial y logopedia con el fin de que los pacientes mejoren el control de su mandíbula.
- Tratamiento farmacológico: cuando la hipersalivación se produce por efecto de un medicamento, se recomienda frenar la administración de este fármaco y sustituirlo por otro que no provoque síntomas de salivación excesiva. Es muy importante en todo caso seguir las indicaciones del especialista antes de frenar la ingesta de un medicamento o sustituirlo por otro.
- Inyecciones de toxina botulínica: un tratamiento muy eficaz para la hipersalivación es la inyección de toxina botulínica sobre las glándulas salivales. Este tratamiento se recomendará solo en aquellos casos en que la sialorrea esté provocada por una excesiva producción de las glándulas salivales, que se taponarán parcialmente con la toxina botulínica (bótox) reduciendo así su actividad
La ventaja de este tratamiento es que es muy efectivo e inmediato, pero su inconveniente es que los resultados no son permanentes: el efecto de las inyecciones durará seis meses aproximadamente y necesitará un mantenimiento. - Cirugía de la hipersalivación: en los casos severos o en aquellos que se busca una solución permanente, se recomienda realizar el tratamiento quirúrgico para la hipersalivación, que consiste en la extracción de algunas glándulas salivales para reducir la producción, o ligar los conductos liberadores de la saliva.
Este tratamiento quirúrgico se recomienda solo en pacientes que no han mejorado con otros tratamientos y cuya hipersalivación les impide desarrollar su vida normal. Es fundamental acudir a una clínica dental de garantías que pueda asesorarte en este tratamiento específico.